Lampuzo
http://lampuzo.wordpress.com/2011/06/10/el-neolitico-africano-el-lago-moeris-migraciones-hacia-el-nilo/
Según la Enciclopedia Británica, el antiguo lago Moeris fue un lago que ocupó una extensa área de la depresión de Al-Fayyum en el actual Egipto y que actualmente, con una menor presencia, es conocido como el lago Qarum, ó Birket Qarum, en árabe.
Hoy tiene 250 km² de extensión y 8 metros de profundidad y está situado a 45 m. bajo el nivel del mar.
Las labores de investigación realizadas indican que se trató de un lago de agua dulce; actualmente son salobres, que tendría una extensión aproximada de 1500 km² y estaría situado a 37 metros sobre el nivel del mar, de tal manera que sus márgenes englobarían la práctica totalidad del accidente de Al-Fayyum.
El área de la depresión de Al-Fayyum se estima en alrededor de 1800 km² con frontera con las alturas libias.
Éste antiguo lago fue perdiendo progresivamente su diámetro como consecuencia de los progresivos cambios climáticos tras la finalización de la última glaciación, así como el desvío de la desembocadura del río Nilo.
Alrededor del décimo milenio, ésta documentado, los tramos de Egipto y Nubia (Sudan) sufrieron un fuerte decrecimiento en el caudal del río, según estudios sedimentarios realizados en lo que se conoce como “Regresión Dishna” (M. Almagro), situación que tendió a estabilizarse hace 12.000 años, con 18 m. sobre el nivel del mar, ya en el periodo paleolítico superior egipcio.
Durante el Paleolítico, como es obvio, encontramos la noticia más antigua de la actividad humana en Egipto. Actividad que está estrechamente vinculada con embalses y corrientes de agua dulce, tales como el propio Nilo, ó bien antiguos oasis, así como lagunas y lagos.
El conocimiento más pretérito de elaboración de herramientas pudiera ser datado en el valle con una antiguedad aproximada 300.000 años - más exactamente en Abu-Simbel en el Paleolítico Inferior egipcio – y en el caso del Desierto del Oeste entre los años 250.000 y 90.000. El Paleolítico, al igual que en otras zonas del mundo, se divide en Inferior, Medio y Superior, – En el caso egipcio, del año 300.000 al 90.000 para el Inferior; Entre el 90.000 y el 20.000 para el Medio; y del año 20.000 al 6500 aproximadamente para el Paleolítico Superior – al que debemos añadir fase Epi-Paleolítica, ó periodo de transición al Neolítico, que tiene como característica ser relativamente corta, alrededor de 1000 años.
Será ese lapso temporal que va desde finales del Paleolítico Superior hasta el Neolítico , y su relación con el lago Moeris, donde centraremos el desarrollo de la entrada dividida en tres temáticas: Un hipotético primigénio orígen de la Agricultura en el Valle del Nilo. Una segunda y posterior nueva transición al Neolítico, esta vez relacionada con el Lago Moeris y por último, la más que posible vinculación de las culturas conocidas como Al-Fayyum , precursoras de ese “segunda fase neolítica” con yacimientos arqueológicos del desierto libio-argelino.
http://www.taringa.net/posts/paranormal/13116758/Pinturas-Rupestres-Extranas.html
Antigua agricultura egipcia.
El orígen del Neolítico, como fin de la cultura de depredación y recolección por parte de las poblaciones humanas, como nos sugiere Martín Almagro, siempre se ha considerado como un hecho propio de las culturas mesopotámicas, y vinculados a la “Creciente Fértil”, apareciendo así en textos y estudios. Éste hecho está fundamentado en la antigua presencia de cereales silvestres en las cuencas del Tigris y Eufrates, así como del gran desarrollo del las investigaciones en la zona debido a tal circunstancia. Ahora sabemos que las riberas del Nilo estaban pobladas durante el Paleolítico Superior y que se tiene constancia de la existencia de cereales silvestres autóctonos, así como de su aprovechamiento, tanto en Egipto como en Nubia, anteriores a la supuesta introducción exterior de tales plantas y que se sustentan en los trabajos realizados por F. Wendorf y J. Shiner.
Decía Herodoto que “Egipto es un don del Nilo” y a sí aparecen, aunque él no lo supiera, más que vinculadas las culturas del Paleolítico Superior al volumen hídrico del río. Así aparecen numerosos asentamientos que desaparecen ó evolucionan en función de las transiciones biológicas de sus márgenes, y zonas húmedas anexas del gran río africano.
Wendorf enumera estas culturas de la A a la G, asignándoles una antigüedades que oscilan entre el 15.000 y 16.000 a.C. para la cultura A, y entre el 12.000 al 10.000 a.C. para la cultura G. A éstas añade los yacimientos de Dishna, 9.500 a.C., y los sebilienses del Alto Egipto fechados alrededor del 9.600 a.C., y que poseen distintos tipos de actividad vinculada a la caza ó a la pesca, incluyendo alternativas combinaciones, en diferente proporción. De ámbas -caso la cultura B, entre el año 15.500 y 16.000 a.C., con yacimientos entre Luxor y Assuan, con una fuerte práctica pesquera.
La culminación del periodo Paleolítico Superior se corresponde al sub-periodo consiguiente a la ya mencionada “Regresión de Dishna” y que en Nubia podemos datar entre los años 9.700 y 7.500 a.C., soportándose tal cultura en Egipto en un único yacimiento situado en El-Kab que dataremos aproximadamente en el año 6400 a.c.
Dicho esto, pondremos nuestra atención en una ya evidencia: La existencia de un periodo, el llamado “Complejo G” ó cultura G (F. Wendorf) asociada a unos útiles tales como piedras pulimentadas para moler grano y piezas de silex, al modo de Oriente Próximo y Europa, correspondientes a hoces. Tal acontecimiento implicaría la existencia de una recolección, una utilización alimentaria en gran escala, y conclusivamente con una emergente práctica agrícola -estamos hablando de 14.000 a 12.000 años-.
Tal práctica, por tanto, podría ser paralela al neolítico de Oriente Próximo, hace 12.000 años, y si no anterior, para a continuación desaparecer como consecuencia de los cambios climáticos acontecidos tras el fuerte descenso de un caudal de río Nilo, ya comentado -y que podría corresponder aproximadamente con el episodio climático glacial de “Joven Dryas” de hace 11.500 años-.
Estos sucesos biológicos, como hipótesis, provocaron una involución de la anterior “Cultura G” y que conocemos como la “Cultura Dishna” ya mencionada que, con el transcurso del tiempo paulatinamente fue absorbida por las nuevas culturas seminómadas provenientes del lago Moeris, yacimientos de Al-Fayyum A, dando paso, a mi entender, a un nuevo episodio neolítico en Egipto.
Aproximada extensión del Lago Moeris alrededor de año 10.000 a.c.
Culturas del Lago Moeris.
Tras el decrecimiento de los caudales del Nilo y su implicaciones en el transcurrir ecológico de sus zonas afectas, la información disponible acerca de los asentamientos humanos en sus márgenes nos conducen a la depresión de Al-Fayyum. De nuevo y según nos relata F. Wendorf, podemos dividir los estratos geológicos de la zona en tres etapas: Una primera etapa ó “Paleomoeris” ausente de industria; Una segunda denominada “Premoeris” con industrias del Paleolítico final, fechadas en un arco que va del 6150 al 5190 a.c. y por último, la llamada “Moeris” que abarca el periodo entre 4441 al 3860 a.c. que aunque en sus niveles inferiores mantiene estéticas del Paleolítico Final que según se asciende en sus estratos reflejan ya episodios de la cultura neolítica de Al-Fayyum A. Y es en ésta tercera fase donde la evidencia nos conduce a una clara conclusión según M. Almagro: “Las diferencias técnicas y tipológicas de estos dos grupos (últimos..) de yacimientos y culturas son tan grandes que es improbable que la cultura de Al-Fayyum A se haya desarrollado como continuidad del Paleolítico Final de aquella área..”
La cultura de Al-Fayyum A se localiza al norte de la depresión del mismo nombre y puede considerarse como la primera gran cultura neolítica egipcia. Existen referencia del cultivo de trigo, así como de hasta de tres tipos de cebada (M Reynes, 1992) , junto con el lino y algunas gramíneas, y a la que debemos unir una relevante ganadería - Cabras, ovejas y posiblemente ganado mayor, cerdos y perros – . En las construcciones se hace patente un todavía estado semi-nómada ante la ausencia de habitaciones en las casas, la simplicidad de los hogares - las cabañas se fabrican bien con esteras bien con cañas -, y de los restos de poblados, que se acompañan de una cerámica de baja calidad , si bien se tiene constancia de “graneros comunales” consistentes en silos subterráneos de una profundidad de un metro y un diámetro de entre un metro y 30 cm. Por otro lado, la industria lítica, siendo éste un hecho significativo, tiene una clara influencia sahariana.
Arte neolítico sahariano. VIII- IV milénio a.c. Tassili n' Ajjer, Argelia.
La conexión libio-argelina.
La“Teoría del Oasis” sobre el orígen del neolítico , brevemente, nos relata que las comunidades de finales del Pleistoceno tendieron a concentrarse en las zonas fértiles y ricas en agua, - Zonas fundamentalmente fluviales tales como Egipto, Levante, Mesopotamia, India ó China - como consecuencia del deterioro biológico que supuso el cambio climático acontecido en el Holoceno. No cabe duda, y como hemos podido percibir durante el texto, que estos acontecimientos influyeron notablemente en la creación de las sociedades neolíticas, y que incluiría una revolución en los comportamientos sociales, aunque es de anotar que sus premisas económicas, la agricultura y la ganadería, y que permitieron tales cambios, es muy posible que fueran como consecuencia de esas mismas necesidades padecidas en las propias regiones de partida, bien sea por la precariedad que las desecaciones supusieron o bien por excesos poblacionales que invitaron a la emigración. Por otro lado, resulta evidente que las corrientes y acontecimientos fluviales son indudablemente excelentes rutas de propagación y comunicación entre las diferentes comunidades humanas.
Dentro del general epi-paleolítico africano magrebí y en su zona de influencia oriental, situándonos temporalmente en su plenitud y final, aparece la “Cultura Capsiense” . Es esta una cultura cuya antiguedad nos sitúa entre los años 8000 y 4000 a.c., siendo su posible foco de expansión la actual Argelia oriental y Túnez, pero sin presencia en la costa mediterránea. En su fase principal tendió hacia varias regiones del Sahara - llegando posiblemente hasta Kenia - apareciendo, en su expansión por el este, hasta el Valle del Nilo. donde tuvo gran influencia en las “autóctonas” culturas epi-paleolíticas de Egipto. Dentro de sus peculiaridades, caso por ejemplo de los útiles microlíticos y concheros propios del periodo, aparece una pujante industria de grabados y figurillas que pudieran ser la precursora del posterior arte rupestre neolítico sahariano., caso de los pinturas de las regiones del Tassili n’Ajjer argelino ó del Fessan líbico.
Y concluyo: No cabe duda que con anterioridad a la llegada de la “Cultura de Naqada”, año 3900 a.c., con la que dá comienzo el periodo pre-dinástico egipcio, los flujos migratorios epi-paleolíticos y neolíticos hacia las riberas del Nilo tuvieron un origen fundamental en las antiguas culturas saharianas. Migraciones que posiblemente tuvieran como eje, en su camino hacia Egipto, las naturales antiguas rutas fluviales que existíeron a lo largo de Sahara, en su progresivo proceso de desecación , y que llevaron a parte de tales grupos humanos bien hacia el Sur ó bien hacia Sudoeste en busca de tierras más fértiles. Estos grupos probablemente siguieran las migraciones de los animales salvajes que eran la base de su subsistencia, en el caso del Paleolítico Final, ó por el contrario ó conjuntamente, buscaran nuevos pastos donde pacer sus ganados y desarrollar su agricultura como sería el propósito de las poblaciones neolíticas. Lo que resulta evidente es la inexistencia de “grandes saltos culturales” - si bien existieron involuciones y rápidas transiciones, como se ha comentado, pero sólo como fruto de las variaciones y estabilización del nicho ecológico que supone el río y sus accidentes afectos - en el desarrollo de las diferentes poblaciones que se asentaron en las riberas del Nilo.
Hace poco leía en diferentes comentarios y blogs, con insistencia, la idea de “civilizaciones perdidas” anteriores a la egipcia ó de lo “enigmático en lo ‘magufo’ “, de las pinturas rupestres de Tassili n’ Ajjer… , Nada más lejos de la realidad, como espero haber colaborado a explicar.
Referencias:
“Nueva luz sobre el Paleolítico Final y el Neolítico en Egipto” Martín Almagro Basch” (1972)
“Nociones de Prehistoria general” Jorge Juan Eiroa (2006)
www.egiptomania.com
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